El conflicto entre la fábrica de harinas de pescado Aucosa y sus vecinos de Trasmañó y Chapela por el mal olor y los vertidos derivados de su actividad escaló ayer con la acusación de los afectados de que la empresa acaba de construir una planta "ilegal" de almacenamiento de gas natural licuado. En rueda de prensa en el museo Meirande, los vecinos esgrimieron argumentos técnicos y legales para reclamar a la Xunta, a través de la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística, que la instalación "se precinte y se desmonte", y que se impongan las sanciones correspondientes.

"Llevamos mucho tiempo intentando que Aucosa se vaya por contaminante y tóxica, lo que no sabíamos es que también es peligrosa", manifestó Mar Albá, portavoz de los vecinos, que señalan al Concello de Redondela por darle licencia a la empresa para que remodelase las instalaciones en Punta Chapelisa.

Según los vecinos, Aucosa pidió permiso municipal para construir una planta satélite de almacenamiento y regasificación de gas licuado (GNL) en febrero de 2019, y quince días después desistió de la solicitud, si bien tramitó la licencia para otras actuaciones destinadas a reducir las emisiones.

Los afectados denuncian que Aucosa llevó a cabo las obras de construcción, puesta a punto y funcionamiento de la planta GNL sin la pertinente licencia e ignorando la normativa relativa a las medidas de control de riesgos inherentes a los accidentes graves en los que intervengan sustancias peligrosas.

"En caso de un hipotético accidente, ese depósito de 50 metros cúbicos, que está a 160 grados bajo cero, en el momento que se regasifique y pase a ocupar un volumen real de 30.000 metros cúbicos de gas se convierte en una bomba en potencia que lo destruiría todo en un radio de 200 metros a la redonda, sobre una zona residencial", apuntó Albá. "Se tendría que evacuar a la población en más de un kilómetro a la redonda", añadió.

Los vecinos empezaron a sospechar que algo sucedía en Aucosa cuando vieron entrar y salir camiones de gas. Trepando por sus muros y desde el mar vieron el depósito de gas licuado, el cual, dicen, no estaba incluido en la licencia de obra para la ampliación de la factoría.