La vendimia en la subzona de O Rosal de la Denominación de Origen Rías Baixas ha sido especialmente buena debido a las condiciones meteorológicas, marcadas por un verano caluroso y una segunda quincena de agosto lluviosa. Gracias a ello, las bodegas han hecho acopio de cuatro millones de kilos de uva, de los cuales tres millones fueron vendimiados en viñas tomiñesas. Y es que de las 257 hectáreas que componen la subzona vitivinícola, 218 están en Tomiño, que sostiene por tanto el 85% de las hectáreas dedicadas al cultivo de la vid de las variedades típicas de la zona, como son: albariño, caíño blanco, treixadura, loureiro y godello.

En las tres semanas que ha durado la vendimia, trabajaron en las viñas de Tomiño 440 personas, en su mayoría jóvenes y estudiantes del Baixo Miño, que recogieron un 15% más de producción que el año pasado. La mayoría en las bodegas con mayor capacidad de producción y número de hectáreas: Altos de Torona, con 93 ha; Terras Gauda, con 80 ha; Santiago Ruiz, con 38 ha; Lagar de Pedregales, con 5 ha, y Adegas do Vimbio, con 2,5.

Todas ellas tuvieron que enfrentarse a una vendimia atípica, marcadas por las medidas de prevención para evitar los contagios por Covid-19. Para ello, dividieron el trabajo en grupos pequeños y realizaron las correspondientes pruebas PCR al personal, además de otras medidas preventivas.

En la bodega Altos de Torona, por ejemplo, se crearon grupos "burbuja" formados por entre 15 y 10 personas que compartieron áreas de trabajo delimitadas dentro de cada finca de viñedo, con puntos de desinfección de uso personal en cada acceso, mediante fichaje electrónico y con controles de temperatura diarios, tal y como explica su director, José Antonio Torres.

Protocolos similares se siguieron en las demás bodegas. Emilio Rodríguez, director técnico de Terras Gauda, explica que el protocolo se siguió a rajatabla por las 150 personas que vendimiaron las 80 hectáreas de Tomiño y las 50 de O Rosal que posee el grupo. A pesar de ello, la temporada ha sido "excepcional", en su opinión.

Lo mismo consideran Martín Crussac, de Adegas do Vimbio, y David Martínez, de Lagar de Pedregales, dos bodegas de producción artesanal; aunque en la primera, advierten que hubo mucha presión de hongos en el cultivo, que es totalmente ecológico.

La subzona de O Rosal fue, por tanto, la tercera en cantidad de uva vendimiada, con cuatro millones de kilos, de los cuales el 75% se recolectaron en Tomiño. La superaron en producción las subzonas de O Salnés y O Condado, también pertenecientes a la D.O. Rías Baixas, Denominación cuyos viñedos ocupan una superficie total de 4.000 hectáreas y a la que pertenecen 180 bodegas.