La Audiencia Provincial de Pontevedra celebrará la próxima semana el juicio de un caso instruido por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº 2 de Tui relativo a una presunta red de narcotráfico que operaba en el sur de la provincia de Pontevedra. En el mismo, se acusa a siete personas de delitos contra la salud pública por tráfico de drogas, por integración en grupo criminal y por tenencia ilícita de armas.

Además, a uno de ellos, J. M. F. M., el fiscal le imputa un delito de atentado a la autoridad por, supuestamente, encañonar con una escopeta a la comisión judicial cuando procedieron al registro de su domicilio. "E agora qué? Quén manda agora?", "Saíde para fóra, pónteme á vista" y "Querédesme joder, vouvos coser a tiros", fueron las amenazas que el acusado profirió a la letrada del Juzgado nº 3 de Porriño y a los agentes de la Guardia Civil. Tras un fuerte forcejeo, los agentes lograron retirar el arma de las manos de J. M. F. sin resultar heridos.

En el domicilio de este último se encontraron diversas armas y numerosos cartuchos con balas de diferentes calibres. También en las residencias de los otros detenidos se halló una importante cantidad de armas, desde revólveres y pistolas hasta un "bolígrafo-pistola" del calibre 22, un arma de fuego prohibida que se camufla bajo la apariencia de un bolígrafo.

Además de armas, los integrantes de esta red de narcotráfico guardaban importantes sumas de dinero en efectivo. Algunos de ellos incluso envasaban al vacío y plastificaban tacos de billetes de 10.000 en 10.000 euros. A esto hay que sumar los kilos y kilos de cocaína y heroína repartida entre las viviendas de los siete integrantes del grupo, ocultos en diferentes estancias, como en el interior de una campana extractora de la cocina, debajo del horno o sobre la viga de un sótano. Toda la droga encontrada en sus domicilios, preparada para su distribución, superaba un valor de 650.000 euros en el mercado.

Una parte muy pequeña de esa droga la encontraron los operarios del Concello de Oia cuando realizaron labores de limpieza en unos viales próximos a la vivienda de dos de los investigados, los cuales habían arrojado desde su domicilio estos envoltorios que contenían cocaína y heroína para evitar que fuera localizada durante un registro.

También tenían todo tipo artefactos para pesar y manipular estupefacientes y vehículos de alta gama.