La supresión del paso a nivel que divide el centro urbano de Porriño en dos está un poco más cerca. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) acaba de adjudicar por 854.603 euros el contrato para la redacción del proyecto que definirá la mejor actuación a realizar para su supresión, así como el coste aproximado de la obra. La unión temporal de empresas formada por la viguesa GOC y la madrileña Prointec será la encargada de la redacción del proyecto, para el cual la alcaldesa de Porriño, Eva García de la Torre, espera que "una vez concluido, tenga la financiación para ver hecha realidad la ansiada meta de ver eliminado el paso a nivel en el centro de Porriño".

Tal y como avanza De la Torre, "los primeros trabajos técnicos sobre el terreno, con las catas para el estudio geotécnico, comenzarán de inmediato". Desde Adif informan que, debido a la proximidad de las viviendas y su densidad, la supresión del paso entraña una especial dificultad técnica y ha sido objeto de debate en cuanto a planteamientos y propuestas con anterioridad. El paso es de tipo "C", es decir, protegido con dobles semibarreras encalvadas, y soporta una considerable circulación de tráfico rodado, con 6.500 vehículos diarios, además del elevado tránsito de peatones y un promedio de 33 circulaciones ferroviarias al día.

Por toda esta complejidad, la actuación está sujeta a una serie de estudios (geotécnico y de alternativas) y proyectos (básico y de construcción), ya licitados, destinados a definir las obras que finalmente van a permitir eliminar el paso a nivel existente. Un paso polémico que ha sacado a la corporación municipal y los vecinos de Porriño a la calle para solicitar su supresión en varias manifestaciones encabezadas por pancartas que decían "Non ao tren polo centro de Porriño".

Además de ser una fuente de preocupación entre los vecinos por su peligrosidad, su presencia condiciona el desarrollo urbanístico y la vida ciudadana de Porriño. El municipio lleva sufriendo desde el año 1948 las consecuencias del paso de trenes circulando a más de 100 km/h por el centro urbano. La gota que colmó el vaso fue el descarrilamiento del tren Celta a su paso por Porriño, un siniestro en que perdieron la vida cuatro personas y otras cincuenta resultaron heridas.