La basura a veces es reveladora y ayuda a conocer las costumbres de una sociedad que habitó hace cientos de años la tierra que ahora pisamos. En eso mismo han consistido las actuaciones enmarcadas en el proyecto "Excavación, análisis y señalización del conchero de la puerta sur del castro del Santa Trega", dirigido por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y promovido por el Concello de A Guarda. El proyecto ha rebuscado entre la basura de los primeros habitantes del castro guardés y ha descubierto que la dieta del poblado se sustentaba en una ganadería en la que predominaban ovejas y cabras, pero también en moluscos y crustáceos como lapas y mejillones, y en pescados como la lubina.

"Los resultados que ahora hemos obtenido revelan la existencia de una ganadería en la que predominan ovejas y cabras de muy pequeño tamaño, documentándose también la presencia de cerdos y vacas, así como un dominio total de moluscos y crustáceos propios de las zonas rocosas, principalmente lapas, pero también mejillones, bígaros y percebes. Los erizos también fueron importantes, siendo menos común el consumo de cangrejos", explica Brais Currás, el director del proyecto.

Tampoco faltó la actividad pesquera para sostener la alimentación de los habitantes del castro del Monte Santa Trega. Según Currás, "se practicó frecuentemente con anzuelo en las zonas más cercanas a la costa. Abunda la lubina, acompañada en mucha menor medida de dorada, sargo y maragota, entre otros pescados".

Todo ello es lo que se podido extraer del "cuncheiro" que se encuentra al lado de la puerta de entrada al castro del Santa Trega, el cual constituía una especie de basurero para el poblado. "A día de hoy es una fuente de información incalculable, pues a través de su estudio podemos conocer numerosos aspectos de la vida cotidiana de las personas que vivieron en el castro", explica el director del proyecto.

El proyecto, ya finalizado tras meses de actuaciones, ha consistido en la limpieza de la vegetación de la puerta sur del castro, sondaje arqueológico, estudio de arqueofauna y levantamiento fotogramétrico de las estructuras excavadas e instalación de un panel informativo. Así pues, el objetivo de todo ello es "constituir una herramienta con la que se promueva un turismo de calidad", dice Currás.

Los resultados del estudio del "cuncheiro" se exponen en un panel informativo ubicado in situ en el que se explica la cronología del poblado y las prácticas de consumo de los habitantes del castro, y se recrean gráficamente las edificaciones y las especies presentes en el "cuncheiro".

Con este último descubrimiento sobre la vida de los antepasados guardeses no terminan las investigaciones. "Se realizarán dataciones de C14 que permitirán conocer el momento de fundación de la muralla del poblado, se estudiará la evolución ambiental a través del polen y se analizarán las semillas recogidas en el conchero", avanzan desde el CSIC, apuntando que la Universidad alemana de Tübingen está analizando un diente humano localizado en el "cuncheiro".