Por primera vez en su historia, la emblemática plaza del Concello de Baiona estará cuatro meses cubierta para convertirse en el auditorio del otoño postcovid. El Concello ultima la instalación de la carpa de 375 metros2 para los espectáculos del programa que prepara para los fines de semana hasta enero con el fin de desestacionalizar el turismo.

El espacio siempre ha sido el centro neurálgico de la cultura en los veranos baioneses, trasladado este año al parque de A Palma para respetar la distancia de seguridad que impone la pandemia. Las lluvias y bajas temperaturas esperadas los próximos meses obligan a devolver la cultura al casco y la cubierta es la solución elegida. Estará colocada hasta el 31 de enero y el coste del alquiler suma un total de 6.000 euros, según informó ayer el alcalde, Carlos Gómez.

Las medidas de seguridad frente a la pandemia están garantizadas bajo la carpa, indica el regidor, dado que mientras duren los espectáculos se mantendrán los laterales abiertos para proporcionar ventilación.

El aforo estará limitado a 132 sillas, que se colocarán de dos en dos separadas 1,5 metros entre sí, se controlarán los accesos para fijar la entrada por un extremo y la salida por otro y los asistentes deberán lavarse las manos al entrar. Para ello se facilitarán dispensadores de gel hidroalcohólico, indica el regidor.