"Queremos teletrabajar en condiciones y que los niños puedan conectarse al cole". La frase resume el problema al que se enfrentan cada día cientos de familias gondomareñas, agravado desde la llegada de la pandemia. Apenas el veinte por ciento del territorio dispone de fibra óptica y en las parroquias la conexión a internet es "lenta y en muchos casos inexistente". Dependen del obsoleto Adsl, routers 4G, antenas individuales o los datos del teléfono móvil, que no siempre funcionan. Las movilizaciones para exigir un servicio de calidad arrancaron ayer con una especie de "performance" ante el Concello. Una veintena de vecinos desplegaron sus ordenadores en la Praza da Paradela para visibilizar la precariedad que sufren y una pancarta que clamaba por "Internet de calidade para tod@s". Piden a las empresas operadoras, que perciben subvenciones públicas para ello, la llegada de la red a todo el territorio municipal. A las administraciones, especialmente la municipal, les demandan el desbloqueo en la instalación de la fibra óptica.

La protesta fue convocada por la plataforma Gondomar Fibra Xa, creada a raíz del confinamiento ante las dificultades de acceso a internet que complicaban la vida diaria en las parroquias. Las restricciones de las reuniones para frenar el virus mantuvieron la actividad de la entidad en stand by, pero ha llegado el momento de salir a la calle, explicaban ayer sus representantes. Además de convocar protestas, la coordinadora ha puesto en marcha una recogida de firmas en apoyo a sus reivindicaciones, con la intención de denunciar la situación ante el Instituto Galego de Consumo.

El teletrabajo ha llegado para quedarse y la posibilidad de nuevos confinamientos en la segunda oleada del Covid-19 desata la alarma entre los afectados. "Para la gente que tiene niños en casa o que necesita conectarse para cumplir con su jornada laboral esto es imposible", explica Nelo Penide, portavoz de la plataforma.

Pequeños y mayores participaron en la original quedada, en la que no faltó la retranca. La portavoz del BNG en la Corporación, Manuela Rodríguez, se llevó una mesa con pedales y un cartel explicativo para escenificar cómo funciona el servicio en su casa, en Peitieiros.