Lo ha vuelto a hacer. El ciclista de Chapela Albino Rozas marcó el pasado fin de semana otro hito en su serie de peregrinaciones 'non-stop' sobre dos ruedas: completó el Camino del Norte, de Hendaya a Santiago, en 32 horas y 50 minutos. Un trayecto de 855 kilómetros a lo largo de la costa del Cantábrico, sin más paradas que "para hacer fotos y sellar la credencial de peregrino", cuenta el deportista redondelano.

El ciclismo de fondo es su pasión y en años anteriores completó las rutas del Camino Francés, desde Roncesvalles, en 38 horas; y la Vía de la Plata, más de mil kilómetros desde Cádiz a Santiago, en 52 horas. En 2019, Albi Rozas intentó el reto de hacer "del tirón" el Camino Portugués, desde Albufeira, pero a unos kilómetros de la frontera gallega una lesión le obligó a detenerse. "Con la ruta del Norte me quité la espina, pero el año que viene, por el Xacobeo, pienso terminar la de Portugal. No va a quedar así", avanza.

Su última gesta se desarrolló los días 12 y 13 de septiembre. Viajó hasta Francia y desde allí, montado en su bicicleta, atravesó por varias carreteras nacionales el País Vasco, Cantabria y Asturias. Poco antes de llegar a Galicia, Albi sufrió uno de los momentos más duros de su travesía: "Iba de noche por carreteras desiertas, sin iluminación, apenas veía entre la niebla. El frío era intenso y yo vestido de corto, tuve que tirar lastre de la mochila". Un equipaje mínimo: "Solo cuatro kilos, algo de comida y unas herramientas".

Ya en Galicia tomó la ruta de Ribadeo y alcanzó el Obradoiro "con las fuerzas justas". Temía a la lluvia, pero "no cayó en ningún momento, y empezó a los cinco minutos de llegar a Santiago. Fue increíble".