Debido a la pandemia, Albi Rozas hizo el Camino del Norte en bicicleta en solitario. En sus anteriores aventuras 'non-stop' le seguía un coche de apoyo, "pero prefería evitar riesgos", comenta. Tampoco quiso detenerse más que lo imprescindible en zonas como el País Vasco "por el virus". Las restricciones por el Covid le supusieron una dificultad añadida: en horario nocturno las áreas de servicio estaban cerradas.

Le sorprendió en las comunidades que atravesó "el mucho respeto que tienen a los ciclistas", así como el buen estado de las vías. En la mayor parte de su ruta "iba yo solo en la carretera".

Albi Rozas cuenta no obstante con el apoyo de sus vecinos de Chapela. Varias casas comerciales le patrocinan y luce sus logos en el maillot. También en las redes sociales le acompañaron en su trayecto. "Sentí sus ánimos", dice.