El museo arqueológico al aire libre de Nigrán sumará nuevas piezas en los próximos meses. La muralla primigenia que rodeó los hogares de los primeros habitantes del castro de Chandebrito en el siglo VIII antes de Cristo, hace 2.800 años, quedará al descubierto en la tercera excavación del yacimiento. Los arqueólogos de la cooperativa Árbore regresarán en breve al enclave para sacarla a la luz. El Concello y la comunidad de montes de la parroquia han conseguido una subvención de 13.000 euros de la Diputación de Pontevedra para poner en marcha la segunda fase de la excavación, previa a una intervención más profunda que pretende musealizar todo el recinto.

La intervención consistirá en restaurar un tramo de aproximadamente 110 metros de la muralla que rodea los restos del poblado, parcialmente a la vista desde la primera excavación que hace un año dejó al descubierto tres construcciones diferentes en 58 metros cuadrados. "Pedimos la ayuda para consolidar la muralla más antigua, la primigenia, pero no descartamos más actuaciones este año y el próximo. El potencial del castro es enorme", destacó el alcalde, Juan González, tras una visita con el presidente de la comunidad de montes, Víctor Vidal, y el arqueólogo Benito Vilas para planificar las tareas.

Los trabajos realizados el año pasado en el castro descubrieron que era mucho más antiguo de lo que habían concluido los investigadores de una excavación previa en 2008. Aquella primera cata situaba el asentamiento entre los siglos VI y II antes de Cristo y la última le ha añadido 600 años de vida: se habría construido en el VIII antes de Cristo y abandonado en el II de nuestra era. Según los arqueólogos la cima de Chandebrito habría estado poblada durante mil años, como confirman los cientos de piezas encontradas -desde husos de hilo, lana y lino, piedras de afilar, piezas de metal y hasta una cuenta de collar púnico- y los miles de fragmentos de cerámica hallados, que demuestran además las relaciones comerciales de sus habitantes con los pueblos del Mediterráneo. "Con esta nueva excavación quedará totalmente ala vista la muralla y dará una idea clara al visitante sobre cómo era el castro en su origen", explicó Vilas.

La puesta en valor del castro surgió a iniciativa de los comuneros y del gobierno local tras la trágica oleada de incendiostrágica oleada de incendios de 2017, que acabó con la vida de dos vecinas y arrasó la totalidad de la superficie forestal de la parroquia. El objetivo es aprovechar el tesoro prehistórico de Nigrán como atractivo turístico en el marco de una política de uso multifuncional del monte.