Una 250 personas vecinas del centro urbano de Ponteareas participaron ayer en una concentración ante el Concello para exigir el gobierno local frene la instalación de la red de calor subvencionada por la Comunidad Europea y se retire la planta de biomasa.

La planta ubicada en el centro de la localidad, anexa a la residencia de jubilados y centro de día, estará alimentada con astillas de madera procedente de los montes de la zona. El vecindario asegura que el humo que producirá es dañino para las personas que residen en edificios colindantes a la instalación y consideran el sistema más contaminante que si se usara gas natural.

Durante la concentración se corearon consignas contra la planta y se leyó un manifiesto para exigir que se paralicen las obras. Una vecina indicó que la unión vecinal se debía "a la falta de información por parte del Concello, la implantación de la central térmica con cuatro chimeneas de 18 metros en el casco urbano, la usurpación de unos terrenos de titularidad privada, la ilegalidad urbanística, la contaminación ambiental y en defensa de nuestra salud porque produce múltiples enfermedades".

Durante el acto se dio cuenta de una sentencia judicial que en Ponferrada paró un proyecto similar, aunque de mayor potencia, al considerarlo industrial.

Según manifestaron los vecinos, el alcalde quiere sacar adelante el proyecto y no quiere hablar de alternativas. El viernes tendrá lugar una manifestación por las calles de la villa para exigir de nuevo la paralización.