La muerte de Tomás Vila, el vecino de Salceda que el martes falleció aplastado por varias planchas de granito mientras trabajaba en una empresa del sector en Porriño, es la quinta en lo que va de año en accidentes laborales en la localidad, la sexta desde noviembre del año pasado.
La situación es muy preocupante, según fuentes sindicales, que ayer volvían a exigir medidas a la Xunta como el refuerzo de las inspecciones en materia de seguridad. "Estamos muy preocupados porque en lo que va de año este es el quinto accidente mortal", indico ayer Alberto Gonçalves, secretario comarcal de la CIG en Vigo. "Nos preocupa porque esto parece que no acaba y vemos a la siniestralidad laboral como un monstruo que no para de crecer".
El responsable sindical afirma que por el Covid-19 hubo una reducción en la siniestralidad laboral pero "no porque se tomaran medidas, sino porque hubo una parada de la mayoría de los sectores productivos, y las estadísticas de accidentes tuvieron una reducción, pero vemos cómo en los últimos años han ido en aumento, y siguen aumentando de una manera importante, y entendemos que hay que tomar medidas urgentes para terminar con esta sangría".Prevención y seguridad
Los sindicatos apuntan directamente a la prevención y la seguridad, pero los empresarios no piensan igual. El responsable de la patronal en el polígono porriñés de A Granxa, Indalecio Cuevas, asegura que las medidas no solo son mayores que hace años sino que se cumplen. "Las empresas estamos muy concienciadas en que los empleados trabajen con medidas de seguridad y se respetan las normas", indicó. Cuevas aseguró que los accidentes que se han producido, sin conocer los pormenores de los mismos, "se deben a una mala racha, exclusivamente". "A veces ocurren accidentes, a pesar de cumplir con todas las medidas... ocurren", asegura. Para Indalecio Cuevas el hecho de que se hubiesen producido más muertes en Porriño este año se debe también a que "realmente es en Porriño donde hay empresas trabajando... es muy difícil que tengamos accidentes laborales donde no hay personas trabajando. Es proporcional".
Para Gonçalves existe una creencia común de que los accidentes laborales son fruto de distracciones, excesos de confianza, descuidos, faltas de atención "pero la realidad es que los más frecuentes tienen que ver con la organización del trabajo, defectos de prevención o no prevención". El sindicalista dice que "son responsables las empresas pero también las políticas que se aplican desde la administración autonómica, que ha estado desaparecida cuando tenía que trabajar más eficaz y contundentemente aplicando medidas".
Las muertes de este año comenzaron el 15 de febrero. Murió un hombre de 44 años, vecino de Tomiño, en el polígono de A Granxa. Falleció aplastado por la carga de un palé que manipulaba con una carretilla elevadora. El 5 de junio fue una mujer de 40 años, vecina de Gondomar, la que sufrió un accidente mortal. Quedó atrapada en una máquina hidráulica y sufrió aplastamiento de tórax y abdomen. Fue rescatada con vida pero murió en el hospital. El 18 de junio, falleció un hombre de 45 años en A Granxa tras caerse de una escalera mientras manipulaba productos en una estantería. Un mes después, el 27 de julio, un hombre de 46 años, vecino de Salceda, murió de un golpe en la cabeza, tras impactar contra algo y caer al suelo desde la carretilla elevadora en la que se encontraba. Anteayer otro vecino de Salceda, de 46 años, falleció en As Gándaras al caerle encima varias planchas de granito. Ya el 21 de noviembre del año pasado falleció otro vecino de Salceda de 57 años, aplastado por su camión.
El Concello de Porriño mostró ayer su "grave preocupación" por la escalada de accidentes laborales con saldo mortal que ocurren este año en empresas radicadas en este término municipal, según la alcaldesa. El edil David Alonso abogó por reforzar los programas de formación en prevención y seguridad en estrecha colaboración y con la implicación de las empresas "para poner freno a esta sucesión de accidentes laborales".
