La pandemia incidirá en la conciliación familiar y en la comarca miñorana serán más de 150 las familias obligadas a buscar alternativas a los comedores escolares, concretamente en los municipios de Baiona y Gondomar.

La Xunta gestiona los de Nigrán y según los datos que maneja la concejala de Educación, Marina Vidal, se han aceptado todas las solicitudes, en torno a 500. Los alumnos comerán en clase en la mayoría de los casos, señala la edil, para "mantener los grupos burbuja y reducir el contacto y el riesgo de contagio".

En Gondomar, es el Concello el encargado y la falta de espacio ha obligado a reducir el número de comensales a 170 y a rechazar 89 peticiones. La edil de Educación, Nuria Lameiro, asegura que "solo han quedado fuera los casos en que solo trabaja un progenitor o que hacen uso del comedor de forma esporádica, tal y como establecen las bases del servicio". Para cumplir con las distancias se utilizarán aulas adjuntas y en el caso del colegio Neira Vilas se establecerán dos turnos para comer.

En Baiona, las anpas coordinan los almuerzos escolares y solo dos, la del Cova Terreña y la del Fontes Baíña, arrancan con en torno a medio centenar de usuarios por el momento. Los de Belesar y Sabarís tendrán que esperar. Las anpas rechazan la responsabilidad que les atribuye el protocolo anticovid de la Xunta en caso de contagio y el Concello negocia con la Consellería de Educación para que asuma el servicio, según explican padres y concejal de Educación, Óscar Carreño.

Protesta

El "caos" alrededor de los comedores y en el funcionamiento de clases y patios motivó la protesta de ayer en A Ramallosa, al aire libre, en plena alameda, con mesas y sillas colocadas a 1,5 metros de distancia. Una "clase segura, pero reivindicativa" montó ayer la Federación de Anpas do Val Miñor, que reúne a un total de 19 asociaciones de padres de alumnos de la comarca, para mostrar su rechazo frontal al protocolo anticovid de la Xunta para la vuelta al cole y para exigir medidas que garanticen la seguridad como la reducción de las ratios de alumnos por aula y la contratación de profesorado que permita desdoblar los espacios. Decenas de padres acudieron a la convocatoria.

La protesta, con que la entidad llamó a las familias a secundar la huelga escolar convocada este mismo viernes, día 11, y el próximo día 16, denunció "despropósitos" como la obligación de las familias de aportar gel desinfectante en algunos centros, la pérdida de los profesores de apoyo que se destinan al desdoblamiento de aulas, la falta de medidas en el transporte escolar, o la ausencia de previsión para evitar la brecha digital.