Mientras la tendencia en ciudades próximas como la de Vigo o Pontevedra aproxima ya su frecuencia a la de las bodas, al menos uno por semana antes de la pandemia, los llamados "bautizos civiles" se resisten todavía en el Val Miñor. En Baiona se ha celebrado el primero hace unos días y en Nigrán se han desarrollado tan solo dos, uno en las últimas semanas y el otro hace un año. Gondomar todavía no se ha estrenado en este tipo de ceremonia que consiste en entregar una "carta de ciudadanía" a los nacidos recientemente en el municipio.

El concejal socialista baionés Óscar Martínez fue el encargado de "oficiar" la ceremonia de los mellizos Lucas y Hugo. El edil destacó el simbolismo del acto que, "si bien carece de validez jurídica, pretende mostrar el deseo de dar la bienvenida oficial a dos vecinos de Baiona en este caso y recalcar los derechos que tienen adquiridos como ciudadanos".