La compañía que las promueve, con otra en proyecto también en Mos, dispone ya de varias repartidas por A Coruña, Lugo y Ourense. Pero Pontevedra se ha resistido ante las presiones de las gasolineras convencionales, y por el debate sobre la destrucción de empleo, según afirman desde la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automática.

El Concello baionés tiene la última palabra sobre la instalación y obrará según la normativa, insiste el concejal de Urbanismo, Víctor Muñoz. El Plan Xeral contempla ese uso para la parcela urbana de 1.114 metros cuadrados que, además de los surtidores, albergará un lavado de coches y una caseta prefabricada para la terminal de pago, los aseos y una máquina de bebidas y snacks. "Si cumple con los parámetros establecidos estamos obligados a otorgarle la licencia", indica el edil.

El negocio funcionará de 7.00 a 23.00, de manera que no solventará la demanda de servicio nocturno en una comarca sin ninguna estación de servicio operativa por la noche.