La gestión de las playas en Redondela está generando mucha polémica este verano. Primero por el retraso de la puesta en marcha del servicio de limpieza y ahora por la decisión del decisión de la Concejalía de Medio Ambiente de realizar solo una retirada parcial de las algas de los arenales. Una iniciativa que ha sido muy criticada por los bañistas, que consideran que causan mala imagen y generan malos olores cuando se secan, pero que desde el gobierno local defienden al considerar que se trata de una medida beneficiosa que contribuye a combatir la pérdida de arena y la erosión del litoral, además de favorecer a la recuperación de la vida animal en las playas, como las pulgas de mar.

La retirada de las algas de los arenales de Cesantes y Chapela se realizaba tradicionalmente a diario durante la temporada estival, aunque este año el departamento de Medio Ambiente, avalado por estudios científicos, decidió modificar este servicio para realizarse alternativamente por zonas, estableciendo además dos jornadas de descanso ecológico, por lo que los arenales presentan un manto vegetal sobre la arena que está generando muchas críticas entre los usuarios.

Pese a ello, el concejal de Medio Ambiente, Roberto Villar, justificó a través de la Radio Municipal que no se trataba de "una decisión improvisada o caprichosa, sino basada en trabajos universitarios que evidencian el importante papel de estas algas para evitar la pérdida de arena", un fenómeno que asegura que queda patente en la playa de Cesantes puesto que el 80% del peso total de las algas retiradas "procede de la arena que se saca junto con las algas".

Sin embargo los usuarios no lo ven así y esta semana un grupo de bañistas retiró las algas de la playa de Arealonga en señal de protesta.