El protocolo que la Consellería de Educación pretende poner en marcha en los centros escolares para el próximo curso debido a la crisis sanitaria del coronavirus no ha gustado ni al gobierno redondelano ni a las ANPA.

La alcaldesa, Digna Rivas, y la edil de Ensino, Olga García Ballesteros, mantuvieron ayer una reunión con los representantes de las ANPA en el Concello para analizar la "grave situación" que en su opinión se producirá en el caso de que la Xunta mantenga el protocolo anunciado "ya que no garantiza ni las medidas de distanciamiento obligatorias, ni rebaja el ratio en las aulas, ni refuerza el personal docente".

Tanto las ANPA como la alcaldesa y la concejala calificaron el protocolo de "temerario" ya que -afirmaron- "no contempla las más elementales medidas de seguridad sanitaria para el alumnado".

García Ballesteros apuntó la necesidad de que la administración educativa "ponga en marcha, de forma urgente, una reforma tecnológica de cara a un posible nuevo confinamiento" y que, de darse esa situación, "la responsabilidad no caiga nuevamente sobre los concellos asumiendo una competencia que no es suya y que supone un enorme esfuerzo económico".

Por su parte, la alcaldesa informó a las ANPA que desde el Concello "llevan meses" pidiendo una reunión urgente tanto con el jefe territorial de Educación, César Pérez Ares, como con el jefe territorial de Mobilidade, sin recibir respuesta, y asegura que seguirán insistiendo "porque el protocolo debe ser negociado".