La romería de San Benito de Gondomar reunió ayer a miles de personas y se celebró sin procesión por seguridad de los asistentes.

Las misas, que se iniciaron a las siete de la mañana -doce en total- tuvieron una media de quinientas personas, según informa Riveiro, y se celebraron bajo una carpa en la zona exterior del templo. El público asistente si entraba en la iglesia para rezar al santo, con estrictas medidas de seguridad, y entregaba sus ofrendas.

A San Benito de Gondomar no le faltaron ayer centenares de docenas de huevos, exvotos de cera de todo tipo (cabezas y manos sobre todo) botellas de aceite y otros donativos, siguiendo las tradiciones seculares que llevan a San Benito a miles de fieles.

También los asistentes aprovecharon para la adquisición de productos típicos, como rosquillas, aprovechando también que el obrador de Cristaleiro se encuentra en la zona.