La entrega prevista en el día de ayer de un cáliz que perteneció al arzobispo tudense Manuel Lago González para su custodia en el Museo Diocesano tuvo que ser cancelada por un problema de agenda del obispo Luis Quinteiro Fiuza, que quería recoger el objeto en mano. La encargada de dárselo iba a ser Ramona Alonso, propietaria del objeto que el arzobispo regaló a su padre José Alonso hace casi un siglo. La donación se realizará en una fecha por determinar.