La Comandancia Naval del Miño se encargó de la fiscalización de la actividad pesquera, realizando entre el 19 de noviembre y el 20 de julio, 310 patrullas fluviales, 80 de ellas desde el patrullero Cabo Fradera. Como resultado: se interceptaron hasta 14 artes ilegales de pesca y varios viveros de lamprea no controlados, cuyos ejemplares se devolvieron al río vivos.