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Vecinos de Porriño urgen un plan que los proteja de las voladuras de las canteras

La Xunta aprobó el proyecto de explotación de la concesión sin un programa de vigilancia ambiental - La Asociación de Afectados denuncia daños en la estructura de las viviendas

Las zonas de A Vaquería y Vitureira son las más afectadas, con grietas en las fachadas de las casas. D.P.

La Asociación de Afectados por las Canteras de Budiño, en Porriño, urge una figura legal o un acuerdo administrativo que proteja a los vecinos de los perjuicios que les causa la explotación de las canteras. Aunque llevan 40 años denunciando daños en sus viviendas como consecuencia de las voladuras controladas en las canteras, no ha sido hasta hace menos de un año cuando se han constituido en asociación para representar los intereses de las más de cien viviendas afectadas. El colectivo tenía sus esperanzas puestas en el proyecto de explotación y futura restauración de la concesión "Benedicta", donde se localizan la mayoría de canteras de granito de la zona, que salió por primera vez en la historia de las canteras porriñesas a exposición pública; pero, aunque se presentaron alegaciones, la Xunta dio el visto bueno al proyecto sin ningún tipo de deferencia ambiental o vecinal.

"Varias organizaciones presentaron alegaciones denunciando la falta de consideración del impacto de la actividad sobre las poblaciones próximas y a las Gándaras de Budiño, espacio protegido por la Red Natura 2000", explican desde la Asociación de Afectados, apuntando que "se alegaba, además, la necesidad de que el proyecto fuese sometido a la evaluación de impacto ambiental que, entre otros, garantizase un Programa de Vigilancia Ambiental que protegiese por primera vez a los vecinos y al medio donde viven".

José Luis Martínez, portavoz de la Asociación de Afectados por las Canteras de Budiño, asegura que los daños en las viviendas se producen casi a diario y que, debido a las voladuras subterráneas, ahora se están viendo afectadas las estructuras de las casas. A esto hay que sumar grietas, temblores, ruidos, caída de piedras y un polvo constante en el ambiente; sobre todo en las zonas de A Vaquería y Vitureira, las más damnificadas.

Precisamente, sorprende a la asociación que en proyecto de la concesión "Benedicta", recién aprobado por la Xunta, se afirme que "Las condiciones de explotabilidad del Macizo de O Porriño en el entorno del área de explotación actual y hacia el Este y hacia el Sureste (donde no hay poblaciones) es excelente". "Según la Xunta, los barrios de A Vaquería y Vitureira no existen", reclaman, al mismo tiempo que recuerdan que "hace poco cayeron unas piedras enormes encima de una casa que si llegan a pillar a una persona tendríamos que lamentar una desgracia". Junto a los daños que registran las viviendas, la asociación también hace hincapié en los perjuicios medioambientales: "las aguas bajan siempre sucias".

El colectivo defiende la continuidad de la explotación de "Granito Rosa Porriño", la más importante de España, conscientes de lo que eso supone para la economía del municipio; pero solo pide que se regule, pues temen un "futuro incierto". Para ello requieren una reunión con todas las partes implicadas: la Asociación de Afectados por las Canteras de Budiño, Dirección de Minas, Concello de Porriño, POCASA (titular de la concesión), Consellería de Medio Ambiente y Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. El Concello ya convocó a todas las partes, pero, según fuentes municipales, solo POCASA contestó a la convocatoria.

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