Los parques eólicos previstos en las sierras de A Groba y O Galiñeiro regresan a la tramitación tras una década paralizados y la sociedad miñorana vuelve a movilizarse en contra. La Xunta ha retomado la evaluación ambiental de un total de 975 proyectos en toda Galicia, entre ellos los previstos en los montes que rodean el Val Miñor, con molinos ya anunciados allá por 2010 y otros de nueva incorporación. En total, son 24 los aerogeneradores ahora a debate. Los colectivos ecologistas locales ya se pronunciaron en contra en las últimas semanas y ahora les ha tocado el turno a los partidos políticos con representación en la Corporación de Gondomar. Todos mostraron su rechazo en el pleno celebrado telemáticamente esta semana.

Tras instar la Plataforma en Defensa da Serra do Galiñeiro y la asociación SOS Groba el debate político, fueron los ediles de Manifesto Miñor y BNG los que plantearon el asunto en la sesión con sendas mociones consensuadas finalmente, con el añadido de la solicitud de incorporar el Galiñeiro en el del Monte Aloia, para garantizar su protección ambiental. El gobierno del PSOE respaldó la propuesta de ambas formaciones nacionalistas y el PP se abstuvo. Los populares afirman oponerse también a los 13 aerogeneradores previstos en O Galiñeiro y los 11 de A Groba, aunque no coinciden en la necesidad de adherirse al parque natural vecino, según alegaron.

A la espera de que los concejales de Nigrán aborden también el asunto en su próximo pleno y sin fecha para que los de Baiona lo hagan, las asociaciones en defensa de los montes miñoranos recuerdan que "a los aerogeneradores proyectados hay que sumar las respectivas pistas de acceso y evacuación de miles de metros por zonas de gran valor ecológico y patrimonial, creando un gran impacto visual y ambiental, ya denunciado hace años cuando se iniciaron los primeros procedimientos".

Y es que tanto el Galiñeiro como A Groba no solo albergan yacimientos prehistóricos únicos en Europa, como el petroglifo de armas de Auga da Laxe o el de équidos de Outeiro dos Lameiros, sino que poseen una rica biodiversidad que, aseguran, se vería agredida. Llaman la atención además sobre el uso social de estos espacios para el ocio y práctica de deportes al aire libre del que disfrutan los vecinos de Baiona, Nigrán y Gondomar, pero también los llegados de otros municipios como Vigo.

Fueron varias las movilizaciones promovidas hace una década por la Plataforma do Galiñeiro y SOS Groba, que no descartan volver a las protestas. Insisten en que no están en contra de energías limpias como la eólica, "sino de los modelos de explotación de recursos de los que se benefician los grandes emporios comprando patrimonios que no tienen precio pero sí mucho valor, como son el medio natural, el paisaje, el patrimonio cultural y el monte multifuncional explotado por los vecinos y comuneros".

"Aquí no estamos hablando de de precios de alquiler ni de puestos de trabajo, discursos que el gran capital quiere vender para convencer y evitar el rechazo de la población", agregan.