La "raia" , después de la sonada protesta de mandatarios municipales de la ribera del Miño pidiendo pasos fronterizos abiertos para los trabajadores y mercancías, está asimilando una vorágine de decisiones gubernamentales que se contradicen sobre el adelanto, o no, de la apertura de fronteras. La comunicación de ayer de la ministra de Industria, Reyes Maroto, fijaba la reapertura de las fronteras con Portugal y Francia a partir del día 22 de junio. En la misma mañana, horas después, el Gobierno español dio marcha atrás a lo dicho por Reyes Maroto, debido a que el ministro portugués de Negocios Extranjeros había mostrado su malestar por esa decisión. Él considera que es una cuestión que debe decidirse en el marco de la "cooperación estrecha" entre los dos países y piensa "pedir explicaciones".

Los mandatarios consultados reforzaban su posición a favor de las personas que trabajan a uno y otro lado de la frontera y que están viviendo un calvario diario, con desplazamientos de 100 kilómetros y colas interminables en el nuevo puente internacional de Tui-Valença, la única frontera abierta con controles que existe en esta zona transfronteriza de Pontevedra.

Reiteran de nuevo la imperiosa y urgente necesidad de pasos fronterizos que resuelvan esta insostenible situación, con los medios preventivos que se consideren necesarios. Sería el Ponte da Amizade que une Goián (Tomiño) con Vila Nova de Cerveira (Portugal); el antiguo puente internacional que une los núcleos urbanos de Tui y de Valença do Minho; el de Salvaterra-Monçao y el que une Arbo con Melgaço.

El alcalde de Tui, Enrique Cabaleiro, expresó con contundencia que "seguimos demandando la apertura de pasos fronterizos, cuanto antes mejor, con los controles pertinentes". Reconoce que el primer anuncio de fronteras abiertas en el día 22 de junio "era positivo para España y Portugal. Desconozco los motivos del ministro portugués que le lleva a tomar esta determinación en contra, sobre todo teniendo en cuenta que el sector comercial está muy perjudicado en la zona ribereña portuguesa". Confirmó que siguen reivindicando los pasos fronterizos con los controles que se estipulen. Añadió que "se agradecería que el Gobierno portugués se sensibilice con esta problemática que afecta tanto a los ciudadanos portugueses como a los gallegos que residen en la ribera del Miño, en la raia".

Sandra González, alcaldesa de Tomiño, lamenta "que haya tanta confusión en el mensaje que trasladamos los alcaldes de la "raia". Hablamos de habilitar pasos para facilitar la vida a los trabajadores y habitantes transfronterizos". Citó los existentes, como el Ponte da Amizade, en Goián (Tomiño), que podría abrirse con la misma vigilancia que tiene la frontera de Tui. "Eso evitaría atascos monumentales y trayectos largos para ir al trabajo, que resultan inasumibles".

La alcaldesa de O Rosal, Ánxela Fernández Callis, ve una luz en el horizonte. "Está haciendo efecto, de alguna forma, nuestra reivindicación y protesta de ayer (por el miércoles)". Es necesario, dice, que más pronto que tarde los dos gobiernos trabajen de forma coordinada pues "los vecinos transfronterizos no tienen por qué asumir el coste de la falta de coordinación de las autoridades competentes, que no entienden la realidad económica de nuestra frontera miñota". Opina que "tanto en Madrid como en Lisboa, hay una falta de comprensión de la realidad fronteriza" , un desconocimiento que influye en la resolución de problemáticas como la que están viviendo.

El regidor municipal de A Guarda, Antonio Lomba, no duda en afirmar que "debemos seguir haciendo manifestaciones y protestas para que los gobiernos de España y Portugal se den cuenta de que somos una frontera importante, por lo que debe ser permeable. Con su postura lo que hacen es perjudicar cada día más a los habitantes de la "raia". No hay un motivo objetivo para no abrir los pasos que pedimos con el control que crean necesario", concluye el alcalde.