La bodega Terras Gauda, ubicada en la subzona de O Rosal y perteneciente a la Denominación de Origen Rías Baixas, ha alcanzado la máxima sostenibilidad de su viñedo con un proyecto de economía circular que pone en valor el bagazo. Dicho proyecto, que lleva por nombre Vitalver, consiste en la utilización del bagazo como un biofertilizante y biopulguicida en la viña.

"Más de tres años de estudio y ensayos han permitido concluir que la conversión del bagazo en vermicompost mediante un proceso de vermiconversión con lombrices de tierra tiene un impacto positivo en el suelo, en el estado fisiológico de la vid y, a nivel organoléptico y analítico, en el vino", indican desde Terras Gauda, que ha desarrollado el proyecto junto a Adegas Moure y dos equipos de investigación de las universidades de Vigo y Santiago.

Terras Gauda seleccionó 6,5 hectáreas de viñedo en dos entornos con características edafoclimáticas diferenciadas, a las que se incorporó en el último año una parcela de Caíño Blanco en desarrollo que se había replantado recientemente. Una vez comprobaron que la utilización de vermicompost de bagazo de uva mejora la estructura del suelo y favorece la presencia de microorganismos beneficiosos para la salud de la planta, ampliaron el alcance para conocer su efecto como bioestimulante y generador de defensas naturales.

"El vermicompost tiene un claro impacto positivo en el estado fisiológico de la planta y en la producción de la uva, lo que demuestra su capacidad bioestimulante en el crecimiento, desarrollo y buen estado sanitario de la vid, así como una mejora en la calidad del vino. Facilita un correcto ciclo de nutrientes en la zona, los devuelve al suelo de una manera gradual estabilizando los componentes químicos sustraídos en cada cosecha. Esto lo convierte en un importante biofertilizante y nos permite seguir una viticultura netamente sostenible", explica Emilio Rodríguez Canas, director enológico de la bodega.