Una veintena de puestos de productos agroalimentarios reciben un goteo continuo de clientes a lo largo de esta especial mañana en que Sabarís ha recuperado su popular mercadillo tras ocho semanas. Es la primera feria del área de Vigo que regresa a la actividad en estado de alarma y se ha estrenado bajo el control continuo de las fuerzas de seguridad y con buen pie en cuanto al volumen de negocio. "As vendas van moito mellor do que esperabamos", comenta el frutero Xosé Lois Vilar mientras despacha a los clientes en fila india.

Las colas empezaron a formarse a las nueve de la mañana en el entorno de la plaza Victoria Cadaval, donde se concentraron los únicos comercios ambulantes autorizados en esta primera mañana de regreso a la actividad. Ordenadamente los clientes avanzaban hacia los espacios de compra protegidos con guantes y mascarillas y sin incidencias, confirma la Policía Local de Baiona, más allá de "algún requerimiento para que los consumidores no se amontonen".

Guantes de plástico obligatorios, gel hidralcohólico y limitaciones para tocar el género son algunas de las medidas que se han encontrado los habituales que no han dejado pasar la ocasión de reencontrarse con la cita ineludible de los lunes.