Baiona ha vuelto a ser escenario de la crueldad animal. Un gato apareció ayer colgado de un contenedor a primera hora de la mañana y la Guardia Civil abrió una investigación. Operarios municipales dieron aviso a la Policía Local en torno a las 9.00 horas al encontrarse con la macabra escena en las proximidades del colegio público del barrio de Fontes, cerrado como todos los centros educativos por el estado de alarma. Los agentes acudieron al lugar y el asunto fue derivado al Seprona.

Los trabajadores del servicio de limpieza lo localizaron ahorcado con una cuerda y empapado. La sociedad protectora de animales Bai.Senpulgas difundió a través de Facebook las imágenes de lo sucedido y condenó el vil acto, además de reclamar la acción de la justicia porque "estas cosas no deben quedar así".

La fundación animalista Franz Weber ofrece 1.000 euros por cualquier dato que pueda conducir al autor de los hechos. La ONG muestra su preocupación por el uso del periodo de cuarentena para cometer un acto de crueldad tan extremo, "lo que evidencia que existía una clara intencionalidad por causar el mayor daño al animal y evitar las miradas de vecinos o posibles testigos". Por eso la recompensa "tratará de incentivar información de potenciales personas que pudieran ver a algún sujeto alrededor de los contenedores en alguna actitud sospechosa, o que hayan escuchado el sufrimiento del felino".

Antecedentes en la zona

Esta organización señala que el caso supone la comisión de un delito agravado de maltrato animal, al resultar muerto el felino, enfrentándose a una pena de hasta 18 meses de prisión, además de la profunda repulsa social que generan este tipo de sucesos de violencia. En este sentido también estaría habilitada la vía administrativa, como alternativa, pudiendo existir una sanción de hasta 30.000 euros por una infracción muy grave.

Fue en la misma zona donde apareció hace poco más de un año el cadáver de una perra de raza mastín. Llevaba meses vagando por el barrio y los vecinos incluso la alimentaban como si se tratase de una mascota colectiva. Pero alguien la envenenó para acabar con su vida e incluso se tomó la molestia de atarle las patas para arrastrarla.

Otro gato fue víctima de un brutal maltrato en el mismo municipio hace dos años. Se llama Olaf y sobrevivió a que lo quemasen vivo con un soplete, después de meses en tratamiento en una clínica de Valencia. El caso dio la vuelta a España, igual que el del perro Stone, que apareció semienterrado bajo piedras en Chan da Lagoa en el verano de 2017 tras recibir una brutal paliza por parte de su dueño. También sobrevivió y se dio a conocer en televisión de la mano del actor Dani Rovira en el programa "El hormiguero".