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CONDADO-PARADANTA

Dos oasis libres de coronavirus

Arbo y Mondariz-Balneario no han registrado ningún positivo desde el inicio de la pandemia

Voluntarios y operarios participan en tareas de desinfección en el municipio de Arbo. // D.P.

A principios de marzo, cuando el coronavirus empezaba a hacer mella en Madrid e iban apareciendo los primeros focos de contagio en otras comunidades autónomas, se hizo viral un meme que se refería al licor café como la pócima que inmunizaba a los gallegos contra el coronavirus. El meme duró poco, el tiempo que tardó la pandemia en hacer acto de presencia en el noroeste de España. Semanas después, Galicia acumula 8.800 casos positivos en Covid-19, una cifra de contagios que se extiende por los municipios gallegos, salvo algunas excepciones, como son Arbo y Mondariz-Balneario. En estas localidades de las comarcas de Condado y Paradanta, ninguno de sus aproximadamente 4.000 habitantes ha sido diagnosticado por este patógeno; una circunstancia que sus alcaldes, Horacio Gil y José Antonio Lorenzo, no atribuyen al licor café, sino a la "responsabilidad y compromiso de los vecinos, que desde el minuto uno han respetado las recomendaciones sanitarias", en el caso de Arbo; y a la "suerte y la magia de nuestras aguas", en el caso de la villa termal.

Junto al buen entendimiento y colaboración de los arbenses, Horacio Gil cita otras medidas que, a su entender, han mantenido a raya a un virus que, por el contrario, ha azotado a dos de sus municipios limítrofes: Melgaço (Portugal) al sur y Crecente al este. "Dos días antes de que se decretase el estado de alarma ya cancelamos actividades y cerramos instalaciones, como la casa de mayores", indica Gil. Descartado el licor café como sustancia inmunológica contra el coronavirus, Arbo es conocido por su lamprea y su vino y, aunque ninguno de estos productos funciona como vacuna, sí que hay que destacar el papel de las bodegas y de los viticultores en la ofensiva al virus. "Desde el primer momento se ofrecieron a colaborar en la desinfección del municipio con sus medios y su personal", indica el alcalde. Desde entonces, tractores y sulfatadoras higienizan semanalmente cada rincón del municipio, reforzando sobre todo la limpieza en el mercado y en los accesos a supermercados, bancos y farmacias.

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Precisamente los trabajadores de los supermercados y farmacias de Arbo vuelven a hacer hincapié en que "la gente está respetando las medidas de confinamiento". "Precaución, precaución y sentido común" sería, según un farmacéutico arbense, la receta contra el virus; y, aunque Arbo tiene una población envejecida, "los mayores no salen de casa, mandan a los más jóvenes a hacer la compra o gestiones en el banco". En este sentido, también cabe mencionar una iniciativa puesta en marcha por el Concello para que ninguna persona considerada "factor de riesgo" tenga que salir a la calle. Esta consiste en que todos los taxistas de la localidad están obligados a ir al supermercado o a la farmacia por ellos y llevarles la compra a domicilio. El coste del servicio corre por cuenta del Ayuntamiento.

La dispersión geográfica es otro tanto que juega a favor de Arbo a la hora de evitar los contagios, pues contribuye al distanciamiento social; mientras que la extensión poblacional de Mondariz-Balneario es bien diferente. La villa termal es la localidad más pequeña de España en cuanto a dimensiones -no llega a los 2,4 km2- y sus cerca de 700 habitantes se distribuyen en torno al centro urbano. El alcalde indica que "aunque hay muchas segundas residencias de gente que vive en Madrid, no vino nadie a pasar aquí la cuarentena". Esto, junto a la desinfección de las calles, la "prudencia de los vecinos" y "un poco de suerte", habrían sido, según José Antonio Lorenzo, los factores que han evitado los contagios por Covid-19 en Mondariz-Balneario. Así pues, además de manantial de aguas medicinales, el municipio es ahora, junto a Arbo, un oasis en plena pandemia. Aunque, pidiendo cautela, ambos alcaldes repiten: "toco madera".

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