Sin caravanas de camino ni empujones por las calles del casco histórico. Los miles de personas que han pasado ya por Baiona para celebrar la Festa da Arribada gozaron sin agobios de los choripanes, churrasco y empanadas y de los espectáculos medievales de cetrería y caballeros. La borrasca Jorge respeta a la villa en su día grande y el programa se desarrolla por el momento según lo previsto.

Las previsiones meteorológicas dejaron en lleno lo que en anteriores ediciones de la celebración de interés turístico internacional fue aglomeración y los más pequeños disfrutan al máximo de la variada oferta para ellos. En A Palma disponen de un parque de aventuras, de bautismos hípicos con caballos de pura raza galega, de atracciones medievales. En la playa de A Ribeira, las exhibiciones de vuelo de aves rapaces y las justas congregan a cientos de atentos espectadores.

Un espacio para jugar con las figuras Playmobil de época y un gran recinto de rústicos juegos de mesa ocupan la alameda de Carabela Pinta.

La artesanía se mezcla con la gastronomía en las callejuelas de la zona monumental y la plaza de Santa Liberata oferta una gran variedad de viandas. Las asociaciones, clubs deportivos y entidades locales preparan allí los tradicionales chorizos asados, el pulpo á feira y un variopinto abanico de tapas.