Los vecinos de Tomiño impidieron en el día de ayer la tala de un conjunto de treinta frondosas centenarias en la carretera provincial PO-3101, en Cristelos. Los árboles habían sido marcados por la Diputación para su corta en cumplimiento con la vigente Lei de Estradas de Galicia, pero, gracias al poder de convocatoria de los vecinos, la administración provincial se percató de que había sido un error humano al hacer las señalizaciones previas.

Las alarmas saltaron hace un par de días cuando los vecinos de la zona empezaron a encontrarse notas informativas en las que la Comunidad de Montes de Barrantes informaba de que iba a producirse una tala de árboles, por lo que, si alguien quería leña, podía acudir. La sorpresa fue mayúscula cuando repararon en que, entre los árboles marcados, se encontraban unas frondosas plantadas por los vecinos de la zona hace más de un siglo y que "tienen gran valor emocional; si no es por un motivo de seguridad vial muy importante, los vecinos estamos en contra de su tala", comenta una de las asistentes a la concentración.

Ante la falta de información, los vecinos empezaron a moverse a través de las redes sociales y convocaron una concentración para la mañana de ayer, pues la previsión era que brigadistas de la Diputación comenzaran la tala a las 8.30 horas. "Mientras los terrenos ocupados por los eucaliptos en Galicia suponen ya el 10 por ciento del territorio, mañana (por ayer), 26 de febrero, está previsto que las brigadas de la Diputación de Pontevedra inicien la tala de frondosas que en encuentras en los márgenes de la carretera provincial 3101 a su paso por la zona de la Gampuzada", rezaba una publicación en el Facebook de la Asociación Naturalista del Baixo Miño, Anabam, que apoyó la convocatoria "ante esta nueva amenaza al patrimonio natural de la comarca".

La propia Diputación informó a la Comunidad de Montes de Barrantes la noche antes de la tala de que los árboles se habían marcado por error; no obstante, los vecinos siguieron adelante con la concentración y cerca de cuarenta personas se presentaron ayer en Cristelos para comprobar que no se cortaran las frondosas centenarias.

La movilización se saldó sin problemas, pues dos técnicos de la Diputación acudieron a la cita para explicar que fue una equivocación del trabajador encargado de señalizar los árboles que había que cortar, pues solo se iban a talar los pinos, eucaliptos y acacias que estuvieran más cerca de la carretera.

"Los vecinos actuaron a tiempo", manifestó la edil de Medio Ambiente, Ana Belén Casaleiro, que acudió a la concentración para apoyar la causa. "Fue bonito que se movilizara la gente y que se pudiera hacer algo por cambiar las cosas", reflexionó por su parte una de las impulsoras de la acción, Henar Alonso.