La sardina dijo adiós en Porriño de una manera especial. Más allá de su discurso, donde la actualidad del gobierno local fue la clave para hacer reír a los presentes, el entierro de este año destacó por su pirotecnia fría. Este formato que no emite ruido ni emisiones puede que no convenciera a algunos de los presentes, pero agradó a muchos de los vecinos que vieron cómo el gobierno municipal confirmaba lo ya ratificado en el pleno de la corporación local el pasado mes de enero.

Previo al entierro, el espectáculo de calle "Errantes" puso el ambiente fúnebre en el centro de la localidad, asustando con sus caracterizaciones a más de un vecino.