Las alumnas y alumnos del Colegio de Infantil y Primaria Fermín Bouza Brey de Ponteareas hablan menos en el comedor. A ello ha contribuido la puesta en marcha de un proyecto de lengua de signos auspiciado por la concejalía de Ensino, que dirige la teniente de alcalde Cristina Fernández.

"Ahora las alumnas y alumnos tiene a la hora del almuerzo un ambiente más relajado y tranquilo donde los decibelios de las voces dan paso a la lengua de signos", explican desde el Concello. La iniciativa, que ya en el pasado curso escolar daba sus primeros pasos en algunas aulas del centro, ha avanzado.

Cristina Fernández explica que en este curso se dio un paso más y se implantó el proyecto "En voz baixa" en el comedor escolar para que el alumnado disfrute de un almuerzo de calidad al tiempo que aprende a comunicarse en distintas lenguas, como la de signos, promoviendo además la igualdad y aprendiendo de una manera divertida e inclusiva.

En el curso pasado el alumnado de este centro educativo tomó su primer contacto y aprendió las nociones básicas del lenguaje signado. Este curso son las profesionales del comedor escolar las que recibieron formación para saludar, presentar el menú y comunicarse durante este almuerzo silencioso. La técnica Aránzazu Casas Avendaño explica que la lengua de signos, aunque es la lengua propia de las personas sordas, aporta muchos beneficios a toda la sociedad. "Para las familias son todo ventajas tanto a nivel personal como educativo y social ya que mejora la comunicación y la convivencia, sobre todo en espacios compartidos como un comedor escolar".

La lengua de signos es una lengua visual y gestual. "Su uso favorece la comprensión del lenguaje verbal y amplía las habilidades comunicativas de cualquiera persona. Potencia las capacidades de la memoria, atención y discriminación visual y además ayuda al desarrollo psicomotor. Con la introducción de la lengua de signos, el alumnado comprende que hay formas distintas de expresarse; idiomas, pictograma, gestos, signos? Esto refuerza valores educativos como son el respeto y la empatía de cara a diversidad lingüística y social con otros compañeros", indican desde el Concello.

Este proyecto pionero de convivencia dentro de los comedores escolares en el que está trabajando Arazazu Casas a traves "AZ lengua de signos" lleva de nombre "En voz baixa" y se basa en el uso de la lengua de signos y de la introducción de recursos educativos de comunicación verbal en el comedor escolar. Crea ambientes de menos ruido, favorece la escucha y el diálogo entre monitores y alumnado, facilita el trabajo de los profesionales del comedor y, sobre todo a la hora de almorzar, entre compañeros se convierte en un lugar de encuentros, experiencias y posible comunicación muy lejos de tonos de voz elevados. Aprender resulta así divertido, educativo e inclusivo.