Los enamorados de la música tradicional tuvieron su cita anual ayer, en la parroquia mondaricense de Toutón. El vigésimo cuarto "Serán dos Namorados" que organizan las Pandereteiras de Toutón volvió a llenar de música, baile y fiesta el inmenso recinto que se instala para la ocasión.

Aunque este año no se pudo llevar a cabo el "correo o galo", una actividad en la que se persigue a un gallo para cazarlo con las manos después de llevarlo en una gran procesión -una actividad que llegó a durar 3 horas en anteriores ediciones-, los asistentes mantuvieron su tradición de pasar una noche llena de diversión.

Después de reponer fuerzas con una serie de pinchos a medianoche, las gaitas, panderetas, cajas y bombos siguieron sonando en Toutón hasta altas horas de la madrugada.

Dentro de las 24 ediciones que se han realizado tras su recuperación en 1996 después de treinta años sin celebrarlo, el serán ha registrado grandes anécdotas. Entre ellas "la de una pareja que se conocieron en el propio serán, se enamoraron y decidieron organizar su boda en la iglesia de la parroquia a pesar de no ser de la zona", cuenta Monse, una de las pandereteiras de Toutón. "Fue muy bonito vivir esa jornada en la que todos estábamos vestidos de trajes tradicionales gallegos, los de los novios eran los más antiguos que encontraron", detalla.

El serán de Toutón volverá el próximo año con la conmemoración del cuarto de siglo.