El gobierno municipal la califica de "calamitosa" y para numerosos vecinos es "la calle de las caídas". El deterioro de la céntrica Rúa Otero Pedrayo de Nigrán crece tras más de cuatro décadas sin mantenimiento en sus 1,8 kilómetros por parte de su titular, la Xunta de Galicia, y no cesan las denuncias de viandantes que acaban lesionados al tropezarse en sus aceras destrozadas. Son cuatro ya los años que lleva el Concello de Nigrán reclamando un convenio con el Gobierno autonómico para llevar a cabo su reparación y ha decidido tirar la toalla y asumir en solitario las obras necesarias para revertir la situación. El proyecto, encargado por el gobierno municipal, cifra en 1,5 millones la inversión y el Ayuntamiento tendrá que recurrir al ahorro municipal, el remanente de tesorería, para afrontarlo.
Para ello, el gobierno planteará a la Corporación en el próximo pleno, previsto el día 27, una propuesta para solicitar a la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade la titularidad de la calle. "A Xunta non contestou ninguna das nosas peticións para firmar un acordo de colaboración nin o inclúe nos seus orzamentos pese as nosas reiteradas emendas. A estas alturas xa temos claro que non pretende arranxar Otero Pedrayo, así que agora só pedimos ter a titularidade para poder emprender desde o Concello as obras dunha vez por todas", explicó el alcalde, Juan González, quien asegura haber tomado esta decisión por "responsabilidade pública" pese a discrepar con la "inxustiza" que, a su juicio, comete el Gobierno gallego. Lo acusa de "discriminar" al municipio por "cuestións de cores políticas".
Desde 2016
La demanda de un convenio entre las administraciones municipal y autonómica para poner fin a los destrozos de las "aceras peor conservadas da provincia", según el regidor, se remonta a 2016. Desde entonces, el regidor ha solicitado reuniones con la conselleira Ethel Vázquez sin éxito, afirma, e incluso le ha remitido el proyecto.
El departamento autonómico ha negado en diversas ocasiones tal acusación y ha explicado que la reforma de Otero Pedrayo no está en la agenda porque la prioridad para la consellería es la seguridad vial, por eso ha invertido en las sendas peatonales y ciclistas en los últimos años y afronta ahora la eliminación de puntos negros de accidentes tanto en la carretera A Ramallosa-Gondomar (PO-340) como en la que une el municipio con Baiona.
Otero Pedrayo es una de las calles más transitadas del centro nigranés, que conecta las dos principales arterias del municipio, la Avenida Val Miñor (PO-552) y la carretera por la vía (PO-325). Y por eso el equipo de gobierno la considera "prioritaria" . El cambio de titularidad no significa que las obras se vayan a acometer de inmediato, explica González, que espera llevarlas a cabo antes de finalizar el mandato.
No es la primera vez que el Ayuntamiento de Nigrán invierte fondos propios en infraestructuras de otras administraciones. Fue el caso de la Rúa Mariñeiro, reparada con cargo a subvenciones de la Diputación, o del saneamiento de Parada, del que se hizo cargo después de que Augas de Galicia echase por tierra un convenio firmado con el anterior alcalde, el popular Alberto Valverde.
