La decisión de Renfe de cerrar la venta presencial de billetes en la estación antigua de Redondela y en la de Guillarei (Tui) a partir de este martes, día 31, no ha sido bien acogida entre los clientes de ambas localidades, que ven como poco a poco pierden servicios en uno de los principales medios de transporte.

Redondela ya sufrió esta situación hace cuatro años cuando la compañía ferroviaria decidió dejar sin personal de atención al público a la estación nueva de Os Eidos, que da servicio a la línea del Eixo Atlántico, obligando a los viajeros a comprar sus billetes en una máquina automática situada en el vestíbulo o a través de internet.

El anuncio del cierre de las taquillas del ferrocarril no solo afectará a Redondela y Guillarei, sino a otros municipios de la geografía gallega como O Carballiño, Ribadavia, Sarria, Ortigueira, Viveiro y Burela. La medida no solo ha generado rechazo por parte de los clientes, sino que también el gobierno gallego ha mostrado su desacuerdo. El director xeral de Mobilidade, Ignacio Maestro, remitió el viernes una carta al representante institucional de Renfe en Galicia, Javier Pérez, para expresar su oposición a esta decisión.

El responsable de Mobilidade reclama el mantenimiento de este servicio en las estaciones de ferrocarril "para garantizar y preservar en igualdad de condiciones la calidad de los servicios a todos los ciudadanos, que deben primar sobre los meros objetivos económicos".

Así, solicita a Renfe que se "replantee" esta decisión y "valore el mantenimiento de la atención presencial a los viajeros", como hizo hace dos años, cuando la compañía ferroviaria abandonó el plan de cierre de las estaciones de algunas de las citadas localidades.