Los desprendimientos del talud existente en la calle Mon y Landa, en Crecente, en plena carretera EP-5005, han quedado solucionados tras la actuación adjudicada por la Diputación a la empresa Covsa, con un contrato de 57.732 euros y que incluyó, también una actuación de seguridad vial en la carretera autonómica A Cañiza-Pousa (PO-400). El diputado de Infraestruturas e Vías Provinciais, Gregorio Agís, y el alcalde de Crecente, Julio César García-Luengo, supervisaron recientemente el resultado de las obras.

La calle Mon y Landa presentaba un problema en la acera, que era estrecha y que se hundía por los desprendimientos. "Esta fue una obra que se acometió con urgencia por la importancia que tenía para la seguridad" explicó el diputado provincial en su visita a Crecente. Anteriormente, esta carretera presentaba un firme en mal estado y la acera no podía utilizarse de forma óptima a causa de la inestabilidad del talud. Para paliar esta problemática se construyó un muro de contención en la base del talud, así como una cuneta remontable de un metro de ancho y una senda peatonal de 2,5 metros de ancho.

Por otra parte, ante las taras que presentaba la acera, esta fue sustituida por un sendero peatonal funcional. Además, el firme existente fue reparado y se introdujeron medidas de calmado de tráfico con el fin de mejorar la seguridad viaria de la carretera.

El alcalde de Crecente, Julio César García-Luengo, reconce que "la obra era necesaria por el peligro que tenía" y agradeció a la institución provincial los trabajos realizados en una de las zonas más pobladas y con mayor tráfico de personas del municipio.