La reforma completa de la Estrada do Galleiro (carretera provincial Os Valos-Guizán) será una realidad el próximo año, cuando se cumple un lustro de la actuación de la primera fase del vial, en la que se amplió el ancho de la calzada y se construyeron aceras a ambos lados. En aquel momento quedó pendiente una segunda fase de unos 600 metros hasta la rotonda de Santiaguiño, que es la que se va a ejecutar en los próximos meses.

Los responsables municipales, acompañados por técnicos, se reunieron el pasado viernes con los vecinos afectados para explicarles los detalles del proyecto para reforzar la seguridad vial en la zona, que contempla una senda para peatones y ciclistas de 2,5 metros de anchura en uno de los laterales, además de un arcén de seguridad, pasos de peatones elevados y badenes para reducir la velocidad de circulación del tráfico, red de recogida de aguas pluviales y una mejora de la iluminación.

Los trabajos cuentan con un presupuesto de 406.000 euros, que se financiarán a través de un convenio entre el Concello y la Diputación, aún pendiente de firmar.

A diferencia de la anterior fase, en la que los residentes tuvieron que ceder una parte de sus terrenos a cambio de la construcción de nuevos muros de cierre de sus fincas en piedra, en esta actuación no se contemplan ni expropiaciones ni nuevos muros. Los vecinos querían que se contemplasen aceras de 1,5 metros a cada lado del vial -al igual que en el tramo anterior-, aunque desde la Diputación se optó por la senda de 2,5 metros a nivel de calzada por cuestiones de accesibilidad y movilidad, un modelo similar al que se realizó en el acceso peatonal al nuevo instituto de Soutomaior.

La reforma de la Estrada do Galleiro fue uno de los asuntos a debate en el último pleno después de que el grupo municipal del PP presentase una moción para instar a la Diputación al arreglo inmediato del vial. PSOE, AER y BNG votaron en contra por tratarse de una actuación "ya comprometida y que será una realidad en 2020", afirmaron.