Las banderas azules no ondearán tampoco el próximo verano en las concurridas playas miñoranas. A solo cinco días de que finalice el plazo para presentar las candidaturas ante la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac) -la entidad que las concede- los gobiernos municipales de Nigrán y Baiona confirman ya que no concurrirán a la convocatoria de 2020. El nigranés renuncia a solicitarlas por segundo año consecutivo y el baionés lo hace por primera vez en al menos dos décadas. La reiterada imposibilidad de cubrir las plazas de socorristas necesarias para cumplir los requisitos de calidad exigidos, dos por arenal, está detrás de las decisiones de los dirigentes de ambos ayuntamientos.
Tras lucir tres banderas durante varios años consecutivos en Praia América, Panxón y Patos, el Concello de Nigrán se plantaba por primera vez en contra de los distintivos hace doce meses. La oposición del PP aprovechó incluso el asunto en la campaña electoral a las municipales y desplegó sus propias enseñas en las principales playas del municipio para reivindicar su estatus. Un año más tarde, el gobierno municipal insiste en rechazar las enseñas incluso más convencido. "Renunciar a elas non tivo consecuencias, só as mediáticas. Quedou demostrado que a seguridade e a calidade das praias é a mesma e que as bandeiras azuis non son máis ca unha marca dunha empresa privada que exerce unha presión moi cuestionable sobre os concellos", recalca el alcalde de Nigrán, el socialista Juan González, quien insiste en que estos símbolos de calidad "non teñen ningunha importancia nin aportan nada". "Non hai debate", recalca.
Baiona había logrado una vez más el pasado verano cinco banderas para A Concheira, Os Fraces, A Barbeira, A Ribeira y Santa Marta. Pero tras finalizar la convocatoria de plazas de socorristas con menos de la mitad de las 30 ofertadas cubiertas, el tripartito decidió devolverlas todas. Con solo 14 vigilantes a repartir con Nigrán resultaba "imposible" cumplir con los requisitos de la Adeac y garantizar la presencia de dos en cada uno de los arenales distinguidos.
En previsión de que la historia se repita, el gobierno de coalición ha renunciado a solicitar los distintivos este año "porque a día de hoxe non podemos garantir dous socorristas por praia nin que o servizo vaia estar cuberto", explicó ayer el alcalde, Carlos Gómez. Su postura no es contraria a las enseñas, como la de su homólogo en Nigrán. "Nós o que non queremos é ter que devolvelas, a nosa prioridade é a seguridade por riba das bandeiras", subraya. Eso sí, insta un acuerdo entre administraciones para que "entre todos non desvirtuemos o que significa a bandeira azul". Y propone facilitar la formación de los socorristas y ofrecerles contratos estables.
El regidor confirmó la renuncia a las banderas en el último pleno y la censura del PP no se hizo esperar. Su portavoz, Ángel Rodal, tachó ayer de "retroceso" e "irresponsabilidad" la decisión por "los perjuicios económicospara hoteleros, hosteleros y comerciantes" que genera la pérdida de "un distintivo que a lo largo de las últimas tres décadas ha situado a Baiona como uno de los principales referentes turísticos de prestigio". "Lo que tendría que hacer un alcalde serio es buscar fórmulas para conseguir mayor oferta de socorristas, por ejemplo exigir a la presidenta de la Diputación, de su partido, que cree cursos de formación para garantizar a los municipios la seguridad en sus arenales", plantea.
