Las piedras de un lateral de la escollera provisional construida por Costas do Estado para frenar la erosión de la playa de A Lamiña, en A Guarda, dan impresión de derrumbe una semana después del remate de la obra. No obstante, el alcalde, Antonio Lomba, aclara que dicho tramo "no es el dique propiamente dicho, es la zona por la que accedían los camiones". Por este motivo, para dejar el remate del muro de 70 metros de largo correctamente terminado, ayer ya comenzaron los trabajos de colocación de unas piedras más grandes.