La Residencia Paz y Bien de Tui celebró esta semana el aniversario de una de sus huéspedes más longevas: María Encarnación Primitiva Domínguez, mas conocida como Tiva. Con apenas algunas dificultades visuales y auditivas sopló 104 velas rodeada de sus compañeros y cuidadores de residencia y de su familia.

Tiva nació en 1915 en la parroquia tudense de Ribadelouro. Su infancia estuvo marcada por la guerra y por el ajetreo de una familia con siete hermanos. Aunque tuvo algún pretendiente, decidió quedarse soltera y, a los 39 años, cruzó el charco para buscarse un porvenir. Eligió Venezuela como lugar de destino porque allí tenía a tres sobrinos. Durante su estancia en América, además de trabajar también aprovechó para viajar a Estados Unidos, convirtiéndose en "una mujer de mundo", algo poco habitual en la época.

Después de más de 30 años en Venezuela regresó a Ribadelouro, pero, al no adaptarse a su clima decidió trasladarse a Vigo, donde vivió con su ahijada Carmen hasta los cien años. Desde entonces vive en la Residencia Paz y Bien, donde practica y disfruta de su vocación religiosa.

Sus únicos trucos para llegar a los 104 años: el clima de Vigo, comer lo que le pedía el cuerpo y todas las experiencias vividas. Su lema es: "El caso es que haya salud y alegría".