Los gondomareños de la tercera edad tendrán un espacio de encuentro en el que distraerse y realizar toda clase de actividades en el bajo de la Casa da Cultura. Será su centro social, según informa el alcalde, Francisco Ferreira, el próximo año, después de una reforma. La iniciativa surge ante la reordenación de oficinas que prevé el gobierno municipal con motivo del traslado de los servicios sanitarios al nuevo centro de salud de As Ánimas el próximo viernes, día 22.
En cuanto el viejo ambulatorio de la Praza das Escolas Vellas quede libre, el Ayuntamiento acometerá obras de rehabilitación de sus dependencias, repartidas en bajo y dos plantas, para redistribuirlas y convertirlas en oficinas municipales. Allí se trasladarán los servicios de Urbanismo, dejando libre la pequeña edificación ubicada junto al consistorio, que pasará a albergar el registro municipal, situado en la actualidad en el bajo de la casa consistorial, donde el regidor prevé un salón de actos "en condicións para celebrar bodas, recepcións e incluso algún pleno".
El centro de la tercera edad se instalará en el lugar que ahora ocupan los despachos de Servizos Sociais, el Centro de Información á Muller, el área de Cultura y la Oficina Municipal de Información Xuvenil. Todos ellos se desplazarán al antiguo centro sanitario. En cuanto los funcionarios se muden allí, el Concello reformará también el bajo de la Casa da Cultura. "Hai que tirar tabiques e reorganizar os espazos para que o centro de maiores dispoña de salas para ler coa prensa a disposición dos usuarios, para xogos de mesa, para ver a televisión e practicar diversas actividades", señala el regidor.
Ferreira se reunió ayer mismo con los arquitectos municipales para abordar los proyectos de reforma de ambos edificios en los que han estado trabajando ya y espera disponer de los borradores la próxima semana. La intención es reformar los dos espacios "canto antes".
El desplazamiento de oficinas municipales al viejo ambulatorio ampliará los espacios de trabajo de los funcionarios para atender a los vecinos, recalca el alcalde, que espera realizar las obras con cargo a las subvenciones de la Diputación.
Los trabajos podrán llevarse a cabo sin apenas trámites administrativos de por medio ni solicitudes de cesión a otras administraciones, dado que el edificio hasta ahora sanitario es de titularidad municipal y el Concello se ha encargado de su mantenimiento a lo largo de sus tres décadas como centro de salud.
El nuevo comenzará a funcionar por fin la semana que viene cuatro años y medio después de que comenzase su construcción, paralizada durante meses por la quiebra de la constructora que empezó a ejecutar el proyecto. La Xunta tuvo que sacarlo a concurso una segunda vez y los trabajos finalizaron el pasado mes de abril. Comenzaron entonces los tiras y aflojas entre Gobierno autonómico y local por los permisos y conexiones de suministro eléctrico y gas y la licencia de primera ocupación quedó firmada finalmente el miércoles.
