Un vecino del casco histórico de Baiona se quedó esta mañana sin vivienda a consecuencia de un incendio. Las llamas calcinaron buena parte de la planta baja de la casa y dañaron gravemente la estructura, de manera que el hombre, de 59 años, no podrá regresar allí por el momento, según indicaron fuentes municipales.

El afectado se encuentra ingresado en el hospital Povisa de Vigo al sufrir una intoxicación por inhalación de humo. Allí lo llevó la ambulancia del 061 tras rescatarlo los bomberos del GES Val Miñor en la terraza del inmueble, donde se había refugiado al verse rodeado por las llamas.

Ocurrió en torno a las diez de la mañana en el número 17 de la céntrica Rúa A Guarda, en el corazón de la zona monumental baionesa. El fuego se declaró en el salón, en el bajo de la vivienda por causas que se desconocen. Vecinos de la zona alertaron enseguida al 112 al ver salir una gran columna de humo de la casa. Enseguida se desplegaron en la zona los bomberos del GES Val Miñor y del parque de Porriño, así como patrullas de la Policía Local y de la Guardia Civil.

Las llamas se propagaron rápidamente hacia un cuarto de baño y lo arrasaron también, llegando a afectar además a parte de la cocina. Las dos plantas superiores de la vivienda también resultaron afectadas, con las paredes totalmente ennegrecidas por el humo, y las altas temperaturas que alcanzaron las paredes y vigas causaron importantes destrozos, de manera que los efectivos de emergencias recomendaron impedir el paso a cualquier persona a la espera de una valoración técnica por parte de arquitectos.

La víctima consiguió escapar a la terraza trasera de la casa pese a haber respirado gran cantidad de humo y allí esperó a que los bomberos lo rescataran. Para llegar hasta él, los efectivos tuvieron que sofocar el incendio, tarea que se prolongó durante unos 40 minutos. Una vez despejadas las estancias hasta la puerta del edificio, el hombre fue trasladado en una silla hasta la ambulancia, que inicialmente lo llevó al centro de salud y de allí a Povisa.

Los bomberos permanecieron en el lugar hasta las doce y media, refrescando y ventilando la vivienda para evitar que se reprodujese el fuego.

Numerosos vecinos se echaron a la calle alertados por el humo aunque no fue necesario desalojar a nadie ni existió peligro real para las viviendas colindantes. No obstante, se vivieron momentos de tensión por la presencia de bombonas en la casa, pero los bomberos las sacaron al exterior enseguida.

El alcalde, Carlos Gómez, acudió al lugar y puso el departamento de Servicios Sociais del Concello al servicio de este vecino, para facilitarle un alojamiento o la ayuda que necesite en estos difíciles momentos.