El gobierno municipal de Gondomar quiere reproducir el modelo de la Praza da Paradela en otros puntos del municipio y empezará por Peitieiros. Dos proyectos para convertir el centro de la parroquia en una plaza pública de "unos 10.000 metros cuadrados", según asegura el alcalde, Francisco Ferreira, han echado a andar esta semana en el Concello. Dos iniciativas que homogeneizarán la estética de un entorno que concentra los colegios, la iglesia, el cementerio y el centro cultural para convertirlo en un espacio para el encuentro y el disfrute vecinal, explica el regidor.

Ferreira firmó un convenio con los directivos de la comunidad de montes de la parroquia por el que se compromete a humanizar la explanada existente junto a la escuela infantil, del CRA Antía Cal. Un compromiso del gobierno local con los comuneros, como compensación por la reciente cesión de 150 metros cuadrados de sus terrenos para ampliar precisamente el patio exterior del centro educativo.

El Concello encargará próximamente la redacción del proyecto, aunque Ferreira apuesta por "algo parecido á Paradela, un lugar agradable para que a xente disfrute da compañía dos seus veciños, para que os nenos xoguen nun lugar agradable e mesmo para celebrar actos culturais ao aire libre", apunta.

Volver a ir solos al cole

La otra iniciativa en marcha para recuperar el espacio para la gente se enmarca en el programa "Camiños escolares seguros" que la Diputación de Pontevedra pretende extender por la provincia en base a la filosofía del proyecto "Ciudad de los niños" del célebre pedagogo Francesco Tonucci. El Concello contrató en los últimos días la redacción de un proyecto para crear uno de esos senderos en el CEIP Neira Vilas. Tras recibir una subvención del organismo provincial de 25.000 euros, el gobierno municipal encargó el diseño del espacio para que los pequeños acudan caminando a clase sin sobresaltos a la unión temporal de empresas formada por Ciudadanía Rede de Aplicacións Sociais y Sociedade Cooperativa Galega por 31.666,21 euros.

Los técnicos no se limitarán a realizar unos planos, sino que crearán un "grupo de dinamización" en el que participarán las familias, vecinos de la zona "que poden desempeñar un papel relevante na vixilancia da seguridade dos nenos que cubren o camiño", señala el alcalde. "O que se busca é crear un espazo para que os nenos vaian sós ao colexio coas maiores garantías de seguridade", recalca.

El proyecto podría dar solución al fin, según espera el gobierno municipal, al eterno problema de inseguridad vial que se sufren los alumnos que se marchan en el autobús escolar a la hora de la salida, obligados a cruzar la calzada, por un paso de peatones elevado, para llegar a la parada desde la que suben al autobús que los lleva a casa.