La cofradía de pescadores San Juan de Redondela se encuentra en una grave situación económica. La directiva del pósito ha encargado un plan de viabilidad ante una fuerte caída de la facturación en los últimos meses, hasta un 30%, que mantiene al pósito al borde de la suspensión de pagos.
La primera de las iniciativas planteadas para garantizar el abono de los salarios fue proponer a los trabajadores que asumieran un recorte del 18% en sus retribuciones, algo que fue rechazado. Al no aceptarse esta decisión, la siguiente propuesta fue formular un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que contemplaba el despido de tres de los cinco trabajadores con los que cuenta la entidad. Una iniciativa que tampoco salió adelante, según informó ayer la Radio Municipal, por lo que ahora está previsto convocar una nueva junta general de socios para explicar la situación actual e intentar buscar alternativas que eviten la suspensión de pagos.
Los integrantes de la cofradía votaron el ERE el pasado miércoles en una tensa reunión ante la imposibilidad de seguir afrontando la totalidad del coste de los salarios de los cinco empleados que realizan sus labores tanto en las oficinas como en la lonja. La medida fue rechazada al igual que ocurrió con la propuesta anterior, en la que se planteó una bajada de los sueldos de un 18%.
El patrón mayor, Clemente Bastos, no pudo atender ayer a este periódico para explicar la situación de la cofradía puesto que se mantuvo ocupado en reuniones durante toda la tarde, aunque según indicó a la Radio Municipal la facturación del pósito redondelano descendió un 30% durante este año. En este sentido, señaló que durante el actual ejercicio económico no se prevé superar el millón de euros de facturación, cuando el año pasado se alcanzó una cifra de 1.589.000 euros.
Bastos reconoció que la situación era "complicada" y justificó la caída de la facturación por distintos factores, como un descenso en el número de socios por jubilaciones, así como la fuerte caída del número de embarcaciones en el marisqueo a flote, al pasar de 70 a tan solo 15. A esta situación también se une una importante bajada del número de personas que se dedican al marisqueo a pie.
El patrón mayor se mantiene cauto respecto al futuro de la entidad, pero insistió en la Radio Municipal en que están intentando buscar soluciones para resolver la situación. En este sentido, recordó que hace diez años tuvieron problemas similares y se actuó para reflotar la situación, por lo que "confiamos en volver hacerlo en esta ocasión, pero es necesario actuar", concluyó.
