Anunciado hace tres años y en obras desde hace uno y medio, el proyecto de senda mixta para ciclistas y peatones entre A Ramallosa y Gondomar, con mejoras en diversos cruces de la calzada para dotar de mayor seguridad vial el tramo de 4 kilómetros de la PO-340, estará finalizado al fin en las próximas semanas. La Consellería de Infraestruturas e Mobilidade, que ha invertido 2,3 millones de euros en la intervención, retomó ayer los trabajos que la darán por terminada con la creación de una glorieta en la intersección con el vial provincial que conduce a Donas.
La rotonda sustituirá a los semáforos que regulaban el tráfico en el cruce desde hace décadas y complementará el itinerario ejecutado al contribuir al reducir la velocidad de los vehículos en la zona y reforzar así la seguridad de peatones y ciclistas, además de facilitar los giros a la izquierda a los conductores, según destacaron ayer fuentes del departamento autonómico que dirige Ethel Vázquez.
Su construcción, que incluye la dotación de isletas para conducir el tráfico y señalización horizontal y vertical, seguía pendiente por los controvertidos postes de la red eléctrica que obstaculizan el paso de peatones y ciclistas a lo largo de todo el trayecto. Tras requerírselo la Xunta, la compañía suministradora, Naturgy, ha retirado ya algunos, aunque todavía ayer quedaban varios en medio de la senda. La consellería asegura que serán desplazados también en los próximos días para dejar el trazado libre de escollos.
Fue la demora en el retranqueo de los citados postes y en la colocación de las acometidas de fibra óptica por parte de Movistar, según indicó el Ejecutivo gallego, la que retrasó la finalización oficial de la senda. No obstante, en la práctica, son numerosos los vecinos que la utilizan a diario para hacer ejercicio, bien a pie o bien sobre ruedas.
