Gonzalo Bastos, vecino de la parroquia de Dornelas, alerta de que en el lugar de Pedreira aguas residuales de la depuradora llegan a un riachuelo cuya agua se utiliza para regadío, provocando además malos olores. Este lugareño indica que "800 metros más abajo está el colector general" por lo que "sería lógico que estuviese conectada y no existiese ese vertido".