Dos años después del devastador incendio que arrasó As Neves, muchos vecinos y empresas no han conseguido reconstruir aún ni sus negocios ni sus propiedades y continúan sobreviviendo a las consecuencias de la tragedia de aquel 15 de octubre de 2017, en el que As Neves se volvió cenizas.

La principal empresa nevense, el aserradero Maderas Vial reabrirá este mes después de dos años luchando con la burocracia, la búsqueda de financiación y litigando con su aseguradora. Un aserradero familiar que daba trabajo directo a 24 personas y a 20 de modo indirecto que, tras un ERE suspensivo y dos años de incertidumbre, reabrirá, en breve, con algunos trabajadores menos en plantilla. Sus empleados del sector forestal reanudaron su actividad hace meses en el monte para obtener la materia prima necesaria pero los trabajadores encargados de la primera transformación de la madera se reincorporarán la próxima semana, a la espera de que la empresa suministradora de la maquinaria finalice su instalación, en la que lleva seis meses de retraso.

Con esta reapertura, los tres hijos de Nelson Alonso, su socia y la hija de esta comienzan a ver algo de luz, aunque también son conscientes de la deuda que les acompaña en esta reapertura y de la posible pérdida de clientes tras dos años cerrados. "Reabrir nos supone un millón de euros de costes el primer mes, pero esta empresa siempre tuvo baches y salió adelante, así que después de lo que llevamos luchando confío que también saldremos" explica Eloy Alonso, hijo de uno de los copropietarios.

Este aserradero recibió 600.000 euros de la Xunta en 2018 en concepto de ayuda para retomar su actividad, sin embargo, esa cuantía ha sido muy insuficiente para reabrir el negocio. Tampoco han recibido aún aportación alguna de su seguro, que se niega a declarar los daños como siniestro total y ya van por el tercer juicio por una controversia de 120.000 euros.

Una cerrajería, una fontanería o una plantación de manzanas ecológicas son negocios de As Neves que continúan hoy como los dejó el fuego. Igualmente, solo tres de las cinco viviendas habitadas que quemó el fuego han sido rehabilitadas. La gran mayoría de las casas que no estaban ocupadas en el momento del incendio siguen quemadas y lo mismo ocurre con los casi 90 hórreos que no han recibido ninguna subvención para ser recuperados. El alcalde nevense, Xosé Manuel Rodríguez, achaca parte de esta situación a "la concesión de subvenciones en lugar de otorgar indemnizaciones para sufragar los daños lo que hizo que, por los requisitos, mucha gente se retrayese", explica el regidor.