Ni los supuestos beneficiarios de la frustrada reapertura al tráfico de Carabela Pinta que el alcalde de Baiona planteó la semana pasada para favorecer el comercio apoyaban la medida. Directivos de la Asociación de Comerciantes e Empresarios baionesa (Aceba) habían aplaudido la decisión del regidor en base a un escrito presentado ante el Concello en 2016 para reclamar el regreso de la circulación a la calle, firmado por los titulares de 35 establecimientos. Pero la polémica suscitada en los últimos días llevó al colectivo empresarial a realizar una encuesta entre los asociados de la avenida que deja claro que han cambiado de opinión. La consulta, realizada en un total de 23 negocios, apunta a que la amplia mayoría, un 63%, quiere la alameda como está: peatonal todas las tardes y también las mañanas de domingos y festivos.
Solo el 21% se muestra a favor de abrir el espacio al tráfico las 24 horas y un 4% respaldaría un regreso de los vehículos provisional, a modo de prueba para verificar si la peatonalización del vial desde hace siete años es la causa del descenso de las ventas. Al 12% restante le da igual cualquier opción.
Eso sí, todos ellos coinciden en que la avenida se ha convertido en "una calle trampa para turistas", destaca el presidente de Aceba, Marcos Comesaña. Las señales que advierten del cierre al tráfico de 14.00 a 7.00 se encuentran en los extremos. "La gente aparca se va a comer y cuando vuelve se encuentra con que la grúa se ha llevado el coche. Son visitantes que no vuelven y que no hablarán bien de nosotros en su entorno", advierte. La asociación reclama al gobierno municipal que refuerce la señalización para evitarlo.
Zona azul gratis
El alcalde dio marcha atrás el lunes a la despeatonalización tras reunirse con sus socios del BNG y Nós Baiona, que la rechazaban de plano, y explicarles que la medida formaba parte de una reordenación del tráfico en las calles aledañas para facilitar la accesibilidad. Aceba apoya su decisión pero aprovecha el replanteamiento circulatorio para solicitar la implantación de la zona azul gratuita que el PP ya se había planteado en el anterior mandato "para facilitar la rotación", señala Comesaña.
El colectivo se desmarca de la también controvertida tala de árboles de la alameda para sustituirlos por otros más bajos que el regidor tiene en mente y deja claro que nunca la ha solicitado.
