Tan solo 24 horas después de anunciar la reapertura al tráfico de la alameda Carabela Pinta y generar la primera brecha del tripartito con sus socios del BNG, el alcalde de Baiona, el socialista Carlos Gómez, confirmó ayer que los 17 álamos que adornan la avenida tienen los días contados. El gobierno municipal prevé talarlos debido a los daños que provocan al pavimento al levantar sus raíces las losetas de piedra y por las molestias que generan a los vecinos de los pisos colindantes.
La desaparición de los árboles plantados hace nueve años con notivo de la humanización de la calle está prevista en semanas. Se aprovechará la campaña de poda del otoño para cortar los troncos, señaló el regidor, quien apuntó a que la decisión responde a una recomendación del servicio de jardinería "antes de xeren máis estropicio". El gobierno había previsto trasplantarlos y llevarlos a algún otro espacio público del municipio, pero "as raíces son demasiado grandes e os profesionais indican que sería imposible sacalos", argumenta. En su lugar se colocará algún arbusto que no alcance la altura de los álamos cuyas ramas alcanzaban las ventanas de algunas viviendas de la calle.
La despedida de los árboles llegará junto con la recuperación de la circulación en la avenida. Una medida que ayer generó malestar en el seno del gobierno de coalición. El Bloque convocó una asamblea urgente a última hora por este asunto y, a la espera de la postura oficial de la formación, su portavoz, Iago Pereira, mostraba su desacuerdo frontal. "Nós apostamos polas humanizacións das rúas, non por deshumanizalas. Todo o mundo sabe que o comercio funciona nas cando se peonalizan", señaló.
Por su parte, el portavoz del PP, Ángel Rodal, tachó de "gran despropósito" la vuelta de los coches a la alameda. El exalcalde recalcó que "las 28 plazas de aparcamiento estarán ocupadas por los vecinos de la zona si se abre la calle al tráfico, por lo que no supondrá un beneficio para el comercio". Califica de "incongruencia" adherirse al plan europeo de movilidad que defiende la recuperación de espacios para los viandantes y "abrir la calle a los vehículos". Rodal recuerda que Nigrán y Gondomar han peatonalizado los entornos de sus concellos mientras que Baiona "vuelve atrás". Lamenta que "este gobierno se empeñe en tumbar todo lo que hizo el Partido Popular".
