Casi un siglo después de que el Citroën 5cv "Torpedo" viese la luz en la compañía francesa, convirtiéndose entre 1922 y 1926 en el primer automóvil producido en serie en Europa, un joven carpintero de Arcade, Rodrigo Álvarez, de 28 años, ha querido rendir homenaje al histórico modelo galo con una réplica íntegra en madera. El vehículo, en el que invirtió ocho meses de trabajo en sus horas libres, es una copia a escala del original, en la que no falta ni el mínimo detalle. Desde la insignia tallada sobre la parrilla, con los dos chevrones que ideó el fundador de la empresa gala, André Citroën, hasta la baca para portar la maleta en la parte posterior y la puerta única en el lado del pasajero.
"Quería hacer una réplica fiel de un coche antiguo, que llamara la atención, para participar en la bajada de carrilanas de Arcade de Riba, mi barrio y en el que mi familia tiene la carpintería. Y tras hablar con unos amigos nos pareció que este Citroën era el modelo perfecto coincidiendo con el centenario del nacimiento de la marca francesa y con la vinculación que tiene con Vigo", explica este carpintero con diez años de experiencia.
Rodrigo empezó las labores en enero con la ayuda de un amigo aprendiz del oficio, Julio Fernández, aunque pronto le dejaría solo. "Había que dedicar muchas horas fuera de la jornada laboral, así que a los dos meses me dijo que se retiraba. Al principio pensé en dejarlo porque era mucho trabajo para solo una persona, pero mi padre que también es carpintero me animó a seguir porque era una pena dejarlo a medias y me echó una mano, así que ya no paré hasta terminarlo", comenta.
Atrás quedan muchas tardes de duro esfuerzo que ahora, cuando ve el resultado, cree que merecieron la pena. "Todo el mundo que ve el coche me viene a felicitar, dicen que les encanta", afirma orgulloso. Aunque la prueba de fuego será este domingo, cuando su creación pise el asfalto en la popular carrera de carrilanas de Arcade, organizada por la asociación vecinal Pozo Vello y puntuable para el campeonato gallego. "Mi objetivo no es competir, no quiero arriesgarme a destrozarla en una curva, sería una pena. Solo pretendo que el coche sea un atractivo más para el público y disfrutar del evento", indica.
