Un error administrativo o una "negligencia", según la secretaria de la Asociación de Vecinos de Redondela, Ángela Méndez, enfrenta a este colectivo al pago de 30.000 euros que le reclama la Gerencia del Catastro en concepto de IBI por hasta 35 propiedades que no les pertenecen en absoluto,ya que "ni siquiera tenemos un local propio".
Los recibos que acumulan les exigen el pago del impuesto por bienes inmuebles tales como el campo de fútbol de Chapela - "con las gradas aparte", apuntan-, casas abandonadas, fincas y solares repartidos por la parroquia, y de los cuales no tienen ningún título de propiedad.
Solo por el campo de fútbol, ubicado en terrenos de monte comunal que se cedieron al Ayuntamiento, la deuda que se reclama a la Asociación de Vecinos asciende a 12.000 euros, indicaron los afectados.
Un talud en Angorén, junto a la autopista; otro en los alrededores de Pescanova, que "claramente es de Renfe", alega Méndez; casas ya antiguas e incluso una finca de 5.000 metros cuadrados en Trasmañó están oficialmente a nombre de la AVV de Chapela, ya que figura su CIF en los datos del Catastro, sin que los responsables de este colectivo sepan por qué.
La AVV empezó hace un año a recibir notificaciones de Catastro por estas propiedades de titulares desconocidos. Por ello presentó un recurso de reposición que meses después fue "inadmitido sin entrar a conocer el fondo del asunto", tal como consta en la resolución.
"No tiene ni pies ni cabeza", dice la secretaria y tesorera del colectivo vecinal, que se pregunta "si tenemos que contratar a un detective para saber a quién pertenecen realmente esas propiedades".
El Concello de Redondela, preguntado por el asunto, indica que los datos de los inmuebles son facilitados por el Catastro.
"¿Quién fue el irresponsable que inscribió con el CIF de la asociación de vecinos estas propiedades? ¿Con qué documentos o autorización?", se preguntan indignados los directivos de Chapela, que ya fueron citados para mañana en el Concello para abordar la cuestión.
Hasta el momento Catastro les reclama por 35 propiedades, pero "cada vez aparecen más porque sospechamos que nos adjudican lo que no tiene dueño conocido".
En abril de 2017, la AVV recibió la primera noticia de que tenía a su nombre propiedades, porque se les requirió la limpieza de la finca de Trasmañó. Los miembros de la asociación de vecinos procedieron a adecentarla y ahora se plantean "cobrar por el uso del campo de fútbol de Chapela, si es que es nuestro".
